Ante la crisis emocional en que estamos viviendo, se están dando a conocer nuevas consecuencias que afectan significativamente a nuestra salud. En esta nota hablaremos de una afección relacionada con el exceso de estrés y el corazón. El síndrome del Corazón Roto.
Este síndrome aparece cuando vivimos una situación altamente estresante causando debilidad cardiaca transitoria, en el ventrículo izquierdo que adquiere una forma similar a la de una vasija.
El pronóstico del síndrome del corazón roto o Miocardiopatía de Tako-Tsubo, es generalmente benigno, con una mortalidad intrahospitalaria inferior al 5% y de posibles complicaciones en uno de cada cinco casos. Afortunadamente casi todos los pacientes se recuperan completamente de la debilidad cardiaca tras unas semanas.
Las personas que tienen este síndrome pueden presentar síntomas parecidos a los de un ataque cardíaco (dolor de pecho y falta de aire).
De acuerdo con La Fundación del corazón de Madrid, el 90% de los casos de este síndrome son provocadas por un estrés muy fuerte y súbito liberando grandes dosis de catecolaminas (sustancias similares a la adrenalina que ayudan al organismo a reaccionar a situaciones que nos ponen el peligro mortal) que tienen un efecto tóxico en el corazón.
Nota importante:
La prevalencia de esta miocardiopatía es del 1-3% de todos los pacientes con sospecha de síndrome coronario y el 6-9% si se tiene en cuenta solo a las mujeres. Se ha descrito que los pacientes con miocardiopatía de Tako-Tsubo tienen más riesgo de trastorno de ansiedad generalizada o de tener antecedentes familiares psiquiátricos. (M.R. Summers, R.J. Lennon, A. Prasad,2010).
Sí, de hecho, es una afección que se puede revertir en unas semanas siempre y cuando no se presenten indicios de síndrome coronario agudo, shock cardiogénico.
Dependiendo el caso se trata con fármacos como los anticoagulantes y aquellos que bloquean la acción de la adrenalina y de otras sustancias similares. Tras la recuperación no es necesario tomar otro tipo de tratamiento farmacológico, pero si se recomienda el llevar una alimentación sana, ejercicio físico constante y de ser necesario la asistencia de un especialista para el control y manejo de emociones.
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